Un duro informe de la Contraloría General de la República evidenció serias irregularidades en la gestión de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), luego de constatar un retraso de cinco meses en la entrega de útiles escolares para estudiantes de establecimientos públicos y subvencionados.
Según la investigación especial N° 637/2024, al 6 de septiembre de este año solo se había distribuido un 34% del total de kits comprometidos, es decir, 740.883 unidades. Esto implica que aún faltaban por entregar más de 1,4 millones de kits escolares, justo en un año donde el programa buscaba beneficiar a más de 2,6 millones de estudiantes en todo el país.
Lo más crítico es que la entrega recién comenzó el 26 de julio, cuando el año escolar ya llevaba casi cinco meses en curso.
La Contraloría también advirtió que el contenido de los kits era insuficiente en relación con las asignaturas del currículum escolar. En algunos casos, ni siquiera se entregaron los materiales básicos para estudiar.
Una de las causas del retraso fue el fracaso en la primera licitación para adquirir los útiles. El único oferente presentó lápices de colores con forma rectangular, mientras que las bases exigían de forma excluyente que fueran hexagonales. Esta exigencia, según la CGR, no fue justificada técnicamente por JUNAEB. En la segunda licitación se modificó ese requisito, permitiendo ambas formas.
Otro punto cuestionado fue la contratación de la empresa encargada de distribuir los útiles. La firma no contaba con vehículos propios ni con el giro comercial necesario para realizar entregas a nivel nacional, lo que demuestra, según la Contraloría, una falta de planificación adecuada por parte de la institución.
Este informe pone en el centro del debate la necesidad de mayor eficiencia y responsabilidad en políticas que afectan directamente a millones de estudiantes en situación de vulnerabilidad en todo Chile.