Josephene Myrtle Corbin nació en 1868 en Tennessee, Estados Unidos, y se hizo mundialmente conocida por una condición genética muy poco común: nació con cuatro piernas. Esta anomalía congénita tuvo su origen en el útero, ya que Josephene era parte de un par de gemelos siameses. Sin embargo, su hermana no se desarrolló por completo, y parte de su cuerpo incluyendo una pelvis quedó integrada en el de Josephene.
La extraña condición se conoció como “teratología”, término usado en la época para describir malformaciones congénitas. Josephene se convirtió en un fenómeno en ferias, circos y teatros, donde mostraba su anatomía única al público. A pesar de haber tenido siete hermanos, ninguno alcanzó la fama que ella logró.
Lejos de quedarse solo con la exhibición de su caso, Josephene logró llevar una vida familiar plena. Se casó con el doctor Clinton Bicknell, uno de los médicos que estudió su condición, y con él tuvo cinco hijos. Gracias a su anatomía duplicada —incluyendo dos pelvis y órganos reproductivos dobles— pudo quedar embarazada en ambos lados de su cuerpo: tres partos ocurrieron en el lado derecho y dos en el izquierdo.
Cada embarazo representó un alto riesgo para su vida, pero logró tener a sus hijos sin mayores complicaciones.
Josephene vivió una vida notable, desafiando estigmas y límites médicos. Falleció en 1928, a los 60 años, debido a una infección en una de sus piernas.