En un hecho inédito para la agricultura nacional, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) está desarrollando un cultivo experimental de arroz en el desierto de Arica y Parinacota. El proyecto, que busca abrir nuevas posibilidades para la producción de alimentos en el país, se lleva a cabo en el predio Pampa Concordia, donde se sembró arroz por primera vez a fines de mayo de 2025.
Esta iniciativa marca un importante desafío técnico y ambiental, ya que el arroz es un cultivo tradicionalmente asociado a zonas de inundación, mientras que Arica y Parinacota es una de las regiones más áridas del planeta. Sin embargo, el objetivo es avanzar hacia una mayor soberanía alimentaria mediante innovaciones productivas adaptadas a climas extremos.
Carlos Furche, director nacional del INIA, destacó el valor de este hito: “Hacer agricultura en el desierto requiere mucho trabajo, determinación e inversión. Esto representa poner al servicio del país todos los recursos de INIA para acelerar los procesos de investigación y, a su vez, es una señal para la región de que la agricultura en zonas desérticas es una opción que puede generar empleo, riqueza y diversificar la matriz productiva local”.
El proyecto busca demostrar que, con tecnología e investigación aplicada, es posible desarrollar cultivos estratégicos en zonas extremas, contribuyendo así al desarrollo regional y a la resiliencia del sistema alimentario chileno.