En Bélgica se realizó la denominada “Puppy Walk”, un evento que llamó la atención en redes sociales y medios internacionales debido a que varios participantes se identificaron como perros y desfilaron utilizando collares, correas y vestimentas caninas.
Las imágenes del encuentro rápidamente se viralizaron, generando reacciones diversas: desde sorpresa y burlas hasta un debate más profundo sobre los límites de la identidad, las formas de expresión social y las nuevas comunidades que han surgido en torno a estas prácticas.
Mientras para algunos se trata de una expresión artística o recreativa, otros lo ven como un fenómeno que interpela las nociones tradicionales de identidad y pertenencia.
El evento, que reunió a decenas de personas, reabre la discusión sobre la manera en que las sociedades interpretan y aceptan manifestaciones culturales alternativas.