El mundo del arte y la música chilena se encuentra de luto. Este martes se confirmó el fallecimiento del pintor René Olivares, considerado el “sexto integrante” de Los Jaivas, y responsable de dar vida a las carátulas más emblemáticas del grupo viñamarino. Tenía 78 años y residía en París, ciudad donde pasó gran parte de su vida.
Olivares no solo fue el creador de obras visuales que marcaron la historia del rock latinoamericano, como las portadas de Alturas de Machu Picchu, El Indio y Obras de Violeta Parra, sino también un amigo entrañable y compañero de ruta de Los Jaivas. Su arte, cargado de color, simbolismo y espiritualidad andina, ayudó a construir la identidad visual del conjunto y a transmitir su profunda conexión con la naturaleza y la cultura latinoamericana.
Durante los años en que Los Jaivas vivieron en Europa, René compartió hogar con los integrantes de la banda en París, siendo parte activa de la comunidad artística que surgió en torno al grupo. Según relatan quienes lo conocieron, su presencia era tan esencial que dentro del entorno del conjunto siempre se le consideró “un Jaiva más”.
Desde el círculo cercano de la agrupación, se ha manifestado un profundo dolor y recogimiento. “René fue más que un colaborador, fue parte de nuestra familia, un creador incansable que nos acompañó en cada etapa”, expresaron fuentes ligadas al grupo.
El legado de Olivares trasciende la pintura. Su estilo inconfundible marcó a generaciones enteras y convirtió las carátulas de Los Jaivas en verdaderas piezas de arte, llenas de simbolismo y emoción. Hoy su partida deja un vacío inmenso, pero también una huella imborrable en la historia cultural de Chile y de América Latina.