Una iniciativa inédita en Canadá está cambiando la forma de enfrentar el hambre y el desperdicio de alimentos. En la ciudad de Regina, el Regina Food Bank inauguró el primer supermercado completamente gratuito del país, un espacio donde las familias que viven inseguridad alimentaria pueden elegir libremente sus productos, tal como en cualquier tienda tradicional.
A diferencia de los bancos de alimentos convencionales, este modelo apuesta por dignificar la ayuda, ofreciendo una experiencia más humana: pasillos ordenados, frutas, verduras y productos básicos disponibles gracias a donaciones y alianzas con empresas y agricultores locales.
¿Cómo funciona?
Las familias inscritas agendan un turno para realizar sus compras. La disponibilidad de productos se ajusta según el tamaño del hogar, favoreciendo un uso responsable de los recursos y evitando el desperdicio.
Además, el supermercado ofrece talleres de cocina, educación nutricional y apoyo comunitario, fortaleciendo el sentido de pertenencia y solidaridad.
Desde la organización señalaron:
“Queremos que las personas se sientan como clientes, no como beneficiarios”,
enfatizando la importancia de la inclusión y la dignidad en este nuevo modelo.
Aunque aún no se definen los límites de entrega por persona, la iniciativa ya es considerada un ejemplo a seguir por su enfoque integral, que combina solidaridad, sustentabilidad y respeto.
Un modelo que podría expandirse
Si la experiencia continúa mostrando buenos resultados, otras provincias podrían replicar el proyecto en los próximos años, transformando la manera en que Canadá enfrenta la inseguridad alimentaria y promoviendo prácticas más sostenibles.