La Policía de Investigaciones (PDI) se encuentra realizando peritajes en los restos de la lancha Bruma, que naufragó el 30 de marzo frente a las costas de Coronel, dejando a siete pescadores artesanales desaparecidos.
Los restos de la embarcación, incluida la proa, fueron trasladados a la Gobernación Marítima. Allí, los familiares pudieron observar los daños sufridos por la lancha. En paralelo, los detectives de la Brigada de Homicidios de Concepción, junto a los peritos del Laboratorio de Criminalística de la Cobertura Zona Sur, realizaron peritajes y tomas de muestras el día viernes.
Durante los últimos días, las labores de búsqueda han permitido hallar vestimenta, un ancla y una balsa de emergencia sin activar, lo que ha desvanecido las esperanzas de encontrar a los pescadores con vida. Claudia Urrutia, presidenta de los Bacaladeros del Maule y vocera de las familias, insistió en que el grado de destrucción de la lancha refuerza su sospecha de que la Bruma fue impactada por una embarcación más grande, específicamente la “Cobra” de Blumar.
Este mismo día, la Fiscalía informó que la investigación por el naufragio quedó bajo la supervisión de la fiscal regional del Bío Bío, Marcela Cartagena. La fiscal podrá contar con el apoyo de los fiscales adjuntos y abogados que designe para el caso.
La investigación ha indicado que la colisión con la nave pesquera Cerco Cobra CB6027 de Blumar S.A. podría haber sido la causa del naufragio. Los peritajes determinarán si la pintura encontrada en la Cobra coincide con la de la Bruma. El caso está siendo investigado como un cuasidelito de homicidio, aunque el abogado que representa a las familias de los pescadores ha interpuesto una querella por homicidio contra el capitán de la Cobra