Durante esta semana, la comunidad educativa del Instituto Antonio Vicente Mosquete, ubicado en Viña del Mar, levantó la voz frente a una situación que consideran injusta y discriminatoria: actualmente, por norma del sistema educativo chileno, las personas mayores de 26 años con discapacidad visual ya no pueden seguir matriculadas en este establecimiento, a pesar de que muchos aún necesitan continuar su proceso formativo para lograr autonomía y participación plena en la sociedad.
El Instituto Antonio Vicente Mosquete es un centro con más de 30 años de trayectoria, especializado en la formación de personas ciegas y con baja visión. Allí se enseñan habilidades esenciales para desenvolverse en la vida diaria, como el manejo del bastón guía, el aprendizaje del sistema braille, el uso de tecnologías accesibles, además de técnicas para aprovechar el resto visual cuando existe baja visión.
Sin embargo, la normativa vigente impide que estos aprendizajes continúen después de los 26 años. Esta situación ha dejado a varios exestudiantes en un limbo educativo y ha generado preocupación en la comunidad, que ve cómo se vulnera el derecho a la educación continua.
Frente a esto, representantes del centro de padres y exalumnos llegaron hasta la Secretaría Regional Ministerial de Educación en Valparaíso para entregar una carta con sus demandas al seremi Juan Pablo Álvarez. Solicitan una solución efectiva y rápida, además de voluntad política para modificar una norma que consideran arbitraria y excluyente.
La directora del instituto, Paulina Portilla, fue clara al señalar que “cada día sin una respuesta es un día perdido para el desarrollo de nuestros estudiantes”. También advirtió que esta situación pone en peligro el futuro del establecimiento, ya que la matrícula ha disminuido considerablemente, afectando la viabilidad del proyecto educativo.
Desde la comunidad educativa hacen un llamado a los parlamentarios a avanzar con urgencia en el proyecto de ley que permitiría eliminar el tope de edad para estudiantes con discapacidad visual en la educación especial. Además, piden al Tribunal Constitucional que falle a favor del recurso presentado, considerando que lo que está en juego no es un beneficio extra, sino el acceso a un derecho humano fundamental: la educación.
En palabras de quienes integran el Instituto Mosquete:
“Educación para todos, durante toda la vida. Sin excepciones. Sin discriminación.”