Permanecer durante 20 minutos en un entorno natural puede ser suficiente para disminuir de forma medible los niveles de estrés y mejorar el bienestar psicológico. Así lo concluye un estudio de la Universidad de Medicina de Viena, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Forests.
“La investigación muestra claramente que incluso una breve estancia en el bosque mejora el estado de ánimo”, señaló Daniela Haluza, experta en medicina ambiental y una de las autoras del estudio.
La investigación analizó el comportamiento de 66 adultos divididos en dos grupos. Uno de ellos pasó 20 minutos en el Bosque de Viena, mientras que el otro grupo permaneció en un entorno urbano sin vegetación. Antes y después de la experiencia, los investigadores tomaron muestras de saliva para medir los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés.
Los resultados evidenciaron que quienes estuvieron en contacto con la naturaleza presentaron una mayor reducción en sus niveles de cortisol, en comparación con quienes permanecieron en el entorno urbano.
Este estudio se suma a la creciente evidencia sobre los beneficios que tiene la exposición a la naturaleza para la salud mental y emocional.