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Natalie Batarce, talento chileno que brilla en la animación internacional

PorPamela Vargas

Jun 5, 2025

Desde las aulas del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello hasta los estudios de Netflix y Disney en Canadá, Natalie Batarce ha recorrido un camino que la ha convertido en una referente de la animación 2D a nivel internacional. Hoy, esta diseñadora chilena lidera equipos creativos en grandes producciones y sueña con formar a futuras generaciones de artistas digitales.

Actualmente, Natalie trabaja como supervisora de composición en Atomic Cartoons, uno de los estudios más reconocidos del rubro en Vancouver. Allí participa en una serie original de Netflix, cuyo estreno está previsto entre 2025 y 2026. “Me motiva saber que las escenas en las que trabajo llegarán a distintos rincones del mundo”, afirma con entusiasmo.

Su carrera internacional comenzó en 2016, cuando decidió especializarse en animación clásica en Canadá. Tras egresar con honores, no tardó en sumarse a la industria: primero en Montreal, donde trabajó en sus primeras series para Netflix, y luego en Vancouver, donde ha participado en importantes proyectos como Rick and Morty, Night at the Museum y Angry Birds: Mystery Island.

Además del impacto visual, Natalie valora el contenido y el mensaje que puede transmitir a través de su trabajo. “Cada proyecto tiene un propósito. Acompañamos, enseñamos o simplemente entregamos un momento de desconexión”, comenta. De hecho, destaca su participación en producciones educativas para niños, que considera especialmente significativas.

Uno de los hitos más importantes de su trayectoria fue liderar un equipo de más de 30 artistas en una producción para Disney, una experiencia que marcó un antes y un después en su desarrollo profesional.

Pero Natalie no solo piensa en seguir creciendo en la industria internacional. También sueña con formar nuevas generaciones de artistas digitales en Chile: “Antes no imaginaba que diseñadores chilenos trabajaran con Netflix. Hoy, todo es posible con trabajo y perseverancia”, reflexiona.

Finalmente, recuerda con cariño sus años en la Universidad Andrés Bello: “Tuve profesores inspiradores y una malla que me permitió descubrir mi vocación”, señala con gratitud.