Una turista fue duramente criticada tras romper una silla diseñada por Vincent Van Gogh en el museo Palazzo Maffei de Verona, Italia. El incidente ocurrió cuando la visitante decidió sentarse sobre la pieza para tomarse una fotografía, a pesar de que estaba claramente señalizada como un objeto artístico, no para uso.
Desde el museo calificaron el acto como “irresponsable, superficial y absolutamente irrespetuoso con el arte y el patrimonio cultural”, señalando además que la silla (parte de una recreación del dormitorio del artista) no solo tenía un gran valor simbólico, sino también histórico.
El personal del museo intervino rápidamente y retiró el objeto para su evaluación y reparación. Aún no se ha confirmado si se presentarán cargos contra la visitante, pero el hecho ha reabierto el debate sobre los límites del turismo y la necesidad de mayor conciencia y respeto en espacios culturales.