Después de más de una década de tramitación, finalmente se aprobó la Reforma Integral al Sistema de Adopción en Chile, marcando un hito histórico en materia de infancia y derechos. Esta nueva ley pone en el centro el bienestar de niñas, niños y adolescentes, modernizando un sistema que por años fue criticado por su lentitud y falta de enfoque en el interés superior del menor.
Entre los principales avances que trae esta reforma destacan:
✅ Un proceso más ágil y eficiente, que busca reducir los tiempos de espera para las familias y, sobre todo, para los niños y niñas que esperan un hogar.
✅ Reconocimiento a la diversidad de familias: podrán postular a la adopción todos los tipos de familia que cumplan con los requisitos establecidos por el Servicio de Protección Especializada, sin discriminación por estado civil, orientación sexual o identidad de género.
✅ Las familias de acogida podrán adoptar, bajo condiciones específicas, reconociendo el lazo afectivo que muchas veces se forma durante el cuidado temporal, y brindando continuidad emocional a niñas y niños que ya han vivido procesos complejos.
Esta reforma no solo actualiza un marco legal obsoleto, sino que también avanza hacia un sistema más justo, inclusivo y centrado en los derechos de la infancia.
Un paso fundamental para que crecer en familia no sea un privilegio, sino un derecho garantizado.