Las tensiones entre Israel e Irán sumaron un nuevo capítulo este fin de semana, con ataques cruzados que han puesto en riesgo infraestructuras energéticas clave para ambos países. Según consignaron medios internacionales, el sábado 14 de junio Israel habría bombardeado el importante yacimiento de gas South Pars, ubicado en el Golfo Pérsico, lo que obligó a Irán a suspender parcialmente sus operaciones en la zona.
South Pars es uno de los mayores campos de gas natural del mundo y una fuente estratégica de recursos para la economía iraní. Si bien las autoridades de Teherán no han confirmado oficialmente el ataque, se reportó una paralización temporal de algunas actividades, atribuida a “medidas de seguridad y mantenimiento no programadas”.
En respuesta, fuentes regionales señalaron que Irán lanzó ataques dirigidos a instalaciones israelíes vinculadas al suministro eléctrico, en lo que algunos analistas describen como una escalada directa en el uso de la infraestructura energética como herramienta de presión militar y política.