Un reciente estudio del Observatorio Regional para el Desarrollo de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) puso en evidencia las múltiples falencias del sistema de transporte público en el Gran Valparaíso, que no solo enfrenta problemas de conectividad y eficiencia, sino que también tiene un impacto negativo en la salud mental y física de quienes dependen diariamente de este servicio.
La investigación señala que los largos tiempos de viaje, las constantes esperas, las aglomeraciones y las condiciones deficientes de los vehículos y la infraestructura generan un desgaste psicológico y físico en los usuarios. Para muchas personas, especialmente aquellas que no cuentan con alternativas de movilidad, el transporte público se convierte en una fuente de estrés, ansiedad y fatiga.
Además, el estudio advierte que estas problemáticas pueden afectar la calidad de vida de los habitantes, influyendo en su rendimiento laboral, en sus relaciones personales y en su bienestar general. La falta de un sistema eficiente y cómodo dificulta el acceso a oportunidades y servicios básicos, ampliando brechas sociales y territoriales en la región.
Los autores del informe llaman a las autoridades y a los organismos responsables a tomar medidas urgentes para mejorar la conectividad, la frecuencia de los recorridos, la calidad de los vehículos y las condiciones de espera en paraderos y terminales. Sólo así se podrá avanzar hacia un transporte público que no solo facilite la movilidad, sino que también contribuya al bienestar integral de la comunidad.
Este estudio es un llamado a repensar el transporte público como un factor clave en la salud y calidad de vida de la población del Gran Valparaíso, y no solo como un medio para desplazarse.