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Cultivar con niebla en el desierto más seco del mundo: la apuesta de agricultores del norte de Chile

PorPamela Vargas

Jun 25, 2025

En pleno corazón del desierto de Atacama, una zona reconocida por ser una de las más áridas del planeta, un grupo de agricultores e investigadores chilenos está desafiando las condiciones extremas con una técnica innovadora: cultivar alimentos usando solo agua capturada de la niebla.

La tecnología utilizada se basa en los atrapanieblas, estructuras simples compuestas por redes extendidas entre postes que condensan las pequeñas partículas de humedad suspendidas en el aire. El agua resultante gotea hasta tanques de almacenamiento, desde donde se canaliza hacia sistemas de cultivo, como la hidroponía.

“Estamos cultivando lechuga hidropónica usando solo agua de niebla en el desierto más seco del planeta”, explica Orlando Rojas, presidente de la Asociación de Atrapanieblas del Atacama.

El proyecto se desarrolla cerca de Chañaral, donde ya se levantan campos de prueba entre cerros rocosos y arenas blancas. Desde el aire, las imágenes muestran un paisaje casi surreal: estructuras metálicas envueltas en neblina recolectan hasta 1.400 litros de agua al día, cantidad suficiente para mantener cultivos a pequeña escala.

Aunque se experimentó con otras especies, fue la lechuga la que mejor se adaptó a las condiciones. Además, el agua obtenida es de altísima pureza, ideal para cultivos hidropónicos, pues no contiene minerales ni cloro.

“Es completamente neutra. Eso hace que la lechuga sea un alimento saludable, lleno de nutrientes”, señala Mario Segovia, otro miembro de la asociación.

La iniciativa no se detuvo ahí: también se están cultivando limoneros en zonas donde antes la agricultura era impensable. Aunque el riego sigue siendo limitado, el avance ha generado interés tanto en la comunidad científica como en pobladores locales.

Apoyo académico y visión de futuro

El proyecto cuenta con el respaldo de la Universidad Católica de Chile, a través del Centro del Desierto de Atacama, que trabaja en una plataforma web abierta al público para identificar zonas con potencial de captación de niebla.

“Tenemos una larga trayectoria estudiando este fenómeno y estamos convencidos de que es una solución real y sostenible”, afirma Camilo del Río, director del centro. “En un contexto de crisis hídrica creciente, cada gota cuenta”.

Para los impulsores del proyecto, esta innovación va mucho más allá del cultivo de alimentos: es una apuesta por la soberanía hídrica y la adaptación al cambio climático en una región históricamente postergada.

“Desde que conocimos esta iniciativa, no la soltamos más”, dice Orlando Rojas. “Es una herramienta clave para la supervivencia de la humanidad”.

Una solución local con impacto global

Los atrapanieblas no buscan reemplazar los sistemas tradicionales de riego, pero sí ofrecer una alternativa accesible y replicable en zonas donde el acceso al agua es limitado. En un mundo cada vez más afectado por la escasez hídrica, esta tecnología desarrollada en Chile se perfila como una solución valiosa, sencilla y escalable.

Mientras el cambio climático intensifica las sequías en todo el planeta, los cielos nublados del norte de Chile podrían esconder una respuesta tan inesperada como necesaria.