Una granja en el noreste de Inglaterra encontró una forma muy particular de reinventarse frente a la crisis climática y económica: dejó de ordeñar vacas y ahora ofrece abrazos como nueva fuente de ingreso.
Se trata de Dumble Farm, que desde la década de 1970 operaba como granja lechera, pero que en los últimos años enfrentó inundaciones recurrentes, la pérdida de cultivos y pasto, y precios de la leche por debajo del costo de producción, lo que hizo insostenible su actividad tradicional.
“La cantidad de inundaciones y la presión sobre nuestra tierra simplemente hicieron que fuera insostenible para nosotros continuar con la explotación”, explicó Fiona Wilson, copropietaria de la granja.
Hoy, la propuesta de Dumble Farm ha cambiado radicalmente: los visitantes pueden pagar por acurrucarse, cepillar y acariciar a las vacas, en un corral cubierto de paja, dentro de un establo preparado especialmente para recibir a personas en busca de una conexión diferente con los animales.
Esta iniciativa no solo ha salvado el negocio familiar, sino que también se ha convertido en una experiencia terapéutica para muchas personas, quienes encuentran en el contacto con las vacas una forma de relajación y bienestar emocional.
La historia de Dumble Farm refleja cómo el cambio climático está impactando de forma directa a la agricultura. Europa y muchas otras regiones del mundo sufren los efectos del aumento del calor, la sequía y las lluvias extremas, afectando los sistemas productivos tradicionales.
Desde Radio Latina valoramos estas formas creativas de adaptación y resiliencia que surgen frente a los nuevos desafíos del planeta.