Desde el privilegiado cielo del Desierto de Atacama, una joven astrónoma chilena comienza a destacar a nivel mundial. Se trata de Macarena López Tapia, estudiante del Magíster en Ciencias con mención en Física de la Universidad Católica del Norte (UCN), quien ha conseguido un logro notable: fue seleccionada como investigadora principal para realizar observaciones en el radiotelescopio APEX (Atacama Pathfinder EXperiment).
Ubicado a más de cinco mil metros de altura, en el Llano de Chajnantor, Región de Antofagasta, APEX es uno de los instrumentos más avanzados del mundo para estudiar el universo frío. La propuesta presentada por Macarena no solo fue aceptada, sino que además obtuvo el segundo lugar a nivel internacional, todo esto en su primera postulación. Un verdadero hito que hoy la pone al frente de un equipo internacional de investigación.
El estudio de Macarena López se enfocará en una zona altamente activa: N159 West, una región ubicada en la Gran Nube de Magallanes, galaxia satélite de la Vía Láctea. El objetivo principal de su trabajo es detectar la presencia de una molécula poco común: el fluoruro de carbonilo (CF⁺), que funciona como una especie de termómetro cósmico y permite conocer las condiciones físicas del gas en el espacio interestelar.
Este logro no solo posiciona a Macarena como un nombre prometedor dentro de la astronomía chilena, sino que también destaca el aporte de jóvenes científicas al desarrollo del conocimiento desde nuestro país hacia el mundo.