Desde junio de este año, millones de chilenos comenzaron a pagar, sin saberlo, un cobro adicional en su boleta de electricidad. Se trata de un cargo equivalente al 0,52% del total de la cuenta, destinado a financiar compensaciones por eventuales cortes del suministro.
Este ítem no aparece desglosado en la boleta, pero está siendo aplicado por 21 de las 26 empresas distribuidoras del país, entre ellas Enel, CGE, Chilquinta y Saesa. Por ejemplo, si una familia paga $100 mil mensuales, alrededor de $520 van directo a este fondo.
La medida surgió luego de que se retrasara por 42 meses el reajuste del Valor Agregado de Distribución (VAD), lo que llevó a trasladar ese costo a los clientes finales. Según la Comisión Nacional de Energía, esta tarifa afecta a casi 7 millones de hogares y está presente en 9 de las 12 Áreas Típicas de Distribución del país.
La polémica ha llegado al Congreso. El diputado Marco Antonio Sulantay, presidente de la Comisión de Energía, anunció que citarán al ministro Diego Pardow y a la CNE para que entreguen explicaciones sobre este cobro que, en la práctica, hace que seamos los propios usuarios quienes financiemos las compensaciones por los cortes de luz.