En una decisión que revive viejas tensiones diplomáticas, el gobierno de Estados Unidos anunció su retiro oficial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), una medida que será efectiva el 31 de diciembre de 2026. La decisión fue comunicada este martes por la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, quien argumentó que la permanencia en el organismo “no redunda en el interés nacional de Estados Unidos”.
Entre las principales razones esgrimidas, el gobierno del presidente Donald Trump acusa a la UNESCO de mantener un “sesgo sistemático contra Israel”, además de promover lo que califica como una “agenda ideológica globalista”, centrada excesivamente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Bruce también criticó la incorporación del Estado de Palestina como miembro pleno del organismo, decisión que describió como “altamente problemática” y contraria a la política exterior estadounidense.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, lamentó profundamente la decisión. “Aunque lamentable, este anuncio era previsible y la UNESCO se ha preparado para ello, incluso en lo presupuestario”, señaló en un comunicado. La organización, con sede en París, es responsable de coordinar esfuerzos internacionales en educación, ciencia, cultura y comunicación, y mantiene una reconocida lista de sitios de patrimonio mundial.
No es la primera vez
No es la primera ocasión en que Estados Unidos se retira de la UNESCO. En los años 80, durante el gobierno de Ronald Reagan, Washington puso fin a su membresía alegando corrupción y alineación prosoviética de la organización. Posteriormente, el país volvió bajo la presidencia de George W. Bush en 2003. En 2017, Trump ya había ordenado una primera salida, aunque bajo otra administración se restableció el vínculo.
El actual anuncio se inscribe en una línea de política exterior marcada por el eslogan “America First” de Trump, que ha llevado a Estados Unidos a distanciarse o retirarse de otros organismos multilaterales. Entre ellos se encuentran el Acuerdo de París sobre cambio climático, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Implicancias globales
La salida de Estados Unidos implica un duro golpe político y financiero para la UNESCO, que durante décadas contó con aportes significativos del país norteamericano. Asimismo, debilita el multilateralismo en un contexto global donde la cooperación internacional en educación, ciencia y patrimonio se considera clave para enfrentar desafíos comunes.
Desde la administración Trump se enfatiza que esta desvinculación responde a un intento por evitar la participación en organismos “que no reflejan ni defienden los valores ni los intereses de Estados Unidos”.