Una nueva propuesta presentada en el Congreso busca elevar de manera significativa las sanciones para quienes conduzcan en estado de ebriedad o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotrópicas.
La moción contempla un aumento sustantivo en las multas, que podrían llegar hasta las 100 y 200 UTM en casos graves, junto con la cancelación definitiva de la licencia de conducir en caso de reincidencia.
De acuerdo con los parlamentarios que respaldan la iniciativa, el objetivo es reforzar la seguridad vial y disminuir las cifras de siniestralidad, considerando que una parte importante de los accidentes con resultado de muerte o lesiones graves se relacionan con el consumo de alcohol y drogas al volante.
Además de las sanciones económicas y administrativas, la propuesta plantea la posibilidad de mayores penas privativas de libertad en situaciones donde la conducción bajo efectos de estas sustancias provoque lesiones o la muerte de terceras personas.
Los impulsores de la iniciativa señalaron que esta medida apunta a fomentar una mayor responsabilidad entre los conductores y generar un cambio cultural en torno al consumo de alcohol y drogas, reforzando el mensaje de que conducir en esas condiciones no solo es una falta grave a la ley, sino un riesgo directo para la vida propia y la de otros.
La moción será discutida en las próximas semanas en la Comisión de Transporte y posteriormente pasará al debate en sala.