Chile se encuentra entre los países con mayor cantidad de muertes prematuras asociadas a la contaminación del aire, y la Región Metropolitana concentra buena parte de este problema. Una de las principales fuentes contaminantes son los vehículos a diésel. Desde 2015, estos deben incorporar un filtro especial que captura hasta el 99% de las partículas nocivas, motivo por el cual quedan exentos de la restricción vehicular.
No obstante, una investigación periodística de TVN reveló que en Santiago existen talleres que ofrecen retirar estos filtros con el argumento de “mejorar el rendimiento” de los automóviles. Esta práctica convierte a los vehículos en altamente contaminantes, incrementando de manera significativa los riesgos para la salud pública.
Frente a esta situación, el ex ministro de Medio Ambiente Marcelo Mena y el ex subsecretario Jorge Canals presentaron una demanda por daño ambiental en contra de los talleres que realizan este tipo de servicios.
“Podemos probar que estas empresas prestan un servicio que va contra la salud de las personas y ese daño debería repararse”, señaló Mena, subrayando que la acción judicial busca impedir que continúen ofreciendo este procedimiento y establecer multas proporcionales al impacto generado.
La presentación de esta demanda abre un nuevo frente en la discusión sobre la fiscalización del transporte y el cumplimiento de la normativa ambiental, en un contexto donde la calidad del aire sigue siendo uno de los principales desafíos de salud pública en el país.