Centro de Entrenamiento Médico Quirúrgico (CEMQ) se encuentra en el centro de la polémica luego de que se conociera su intento por importar desde Estados Unidos piezas cadavéricas —incluyendo piernas y rodillas— pertenecientes a personas fallecidas de distintas edades y causas de muerte.
La operación fue rechazada por la normativa chilena vigente, que prohíbe la internación de cadáveres y partes humanas con fines distintos a la donación de órganos para trasplante, lo que derivó en un conflicto judicial entre el CEMQ y el Ministerio de Salud.
Un mercado gris de restos humanos
El caso ha puesto sobre la mesa un tema poco discutido: el comercio internacional de cuerpos y partes humanas para docencia, investigación y entrenamiento médico. En EE. UU. existe un mercado conocido como body brokers, en el cual compañías privadas venden cadáveres o partes no destinadas a trasplante bajo regulaciones mínimas.
Según una investigación de Reuters, los precios pueden variar de la siguiente forma:
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Un cuerpo completo: entre US$3.000 y US$5.000 (en algunos casos, más de US$10.000).
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Un torso con piernas: alrededor de US$3.575.
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Una cabeza: cerca de US$500.
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Un pie: aproximadamente US$350.
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Una columna vertebral: en torno a US$300.
Estas cifras reflejan un negocio millonario que funciona en un vacío legal, donde empresas obtienen cuerpos mediante donaciones “con fines científicos”, pero que terminan fragmentados y comercializados pieza por pieza.
El proveedor cuestionado
La empresa estadounidense con la que CEMQ intentó concretar la operación fue Innoved Institute, que mantiene vínculos con el polémico Biological Resource Center, clausurado por el FBI tras descubrirse malas prácticas en la manipulación y comercialización de restos humanos.
En este contexto, la importación fallida abre interrogantes sobre la trazabilidad, ética y legalidad de este tipo de procedimientos en Chile, donde actualmente no existe una regulación clara para el uso de cadáveres en docencia médica privada.
Debate pendiente en Chile
El caso ha despertado inquietud en el ámbito médico, legal y social, pues si bien los entrenamientos quirúrgicos requieren de material anatómico realista, el marco normativo nacional solo permite la utilización de cadáveres donados a universidades acreditadas o instituciones autorizadas, bajo estrictas normas sanitarias.
El Ministerio de Salud reafirmó que seguirá rechazando cualquier intento de importación de restos humanos sin fines de trasplante y advirtió que se revisará la necesidad de fortalecer la legislación para evitar la apertura de un mercado paralelo.