Pasadas las 23:00 horas del jueves, Gendarmería concretó el ingreso del primer interno por delito común al Centro Penitenciario de Tiltil, antiguo Punta Peuco. El hecho marca el inicio efectivo del proceso de reconversión del recinto, impulsado por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric para transformarlo en una cárcel común.
El interno trasladado es Clemente Espinoza Fuentes, chileno de 75 años, condenado en 2012 a 15 años de presidio por violación contra una menor de 14 años. Hasta ahora cumplía su sentencia en la exPenitenciaría. De acuerdo con antecedentes penitenciarios, Espinoza mantiene buena conducta y es catalogado como un reo de bajo compromiso delictual.
El traslado ocurre en medio de las obras de adecuación del recinto, que incluyen la construcción de nuevas áreas de visita, oficinas de vigilancia y dependencias técnicas, además de la adaptación de los módulos a los estándares del resto del sistema penitenciario. En esta primera etapa, se espera habilitar 32 cupos para personas condenadas por delitos comunes.
La reconversión ha generado controversia. Los antiguos internos —exagentes del Estado condenados por violaciones a los derechos humanos— presentaron un recurso de protección ante la Corte de Santiago, que fue declarado inadmisible. Paralelamente, el alcalde de Tiltil, César Mena, anunció acciones legales en contra de la medida.
Pese a los cuestionamientos, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, defendió la decisión, asegurando que cuenta con el control de legalidad de la Contraloría y que busca poner fin al carácter especial que mantuvo por décadas el penal de Punta Peuco.